Cómo agarrar el palo de golf (sin hacer el ridículo)

¿Sabes lo que haces con el palo de golf… o solo lo agarras porque te dijeron que así era?

Tengo una pregunta para ti.

No es trampa. Es solo incómoda.

¿Tú sabes por qué agarras el palo como lo haces… o lo haces así porque viste a otro y pensaste que era lo correcto?

Te cuento esto porque esta semana vino un alumno nuevo. Llevaba tres años jugando. Traje de marca, palo recién comprado, muchas ganas.

Lo primero que hizo fue enseñarme su grip. Orgulloso.

Y sí, era casi como el libro manda.

Pero había un problema…

Lo estaba agarrando como si fuera a pelearse con el palo de golf. Como si lo odiara.

Presión excesiva, manos tensas, muñeca rígida como un chorizo envasado al vacío.

Resultado: swings torcidos, cero distancia, frustración garantizada.

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Aquí va el secreto que nadie te cuenta:

El grip no es algo que se copia. Es algo que se entiende.
Y si no lo entiendes, nunca te sentirás cómodo pegándole a la bola.
Podrás ver vídeos. Leer blogs. Copiar posturas.
Pero sin entender la lógica del grip… tu juego será un castillo de naipes.

—

¿Y sabes lo peor?

Te acostumbrarás a fallar.

Empezarás a creer que tú no vales. Que esto del golf no es para ti.
Cuando en realidad… solo estás sujetando mal el palo de golf.

No te cuento más.

(De momento.)

Si quieres que te envíe una guía muy sencilla (y sin tecnicismos) para entender el grip de una vez por todas, deja tu correo aquí abajo.

La mando por email, como se hacían las cosas antes: con calma, con sentido, sin historias raras.

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Nos vemos en el siguiente artículo, o en el campo.
—César